Los pasillos de congelados en los supermercados de México ya no son solo sinónimo de comidas rápidas o ultraprocesadas. De forma cada vez más visible, estos espacios ofrecen opciones saludables y prácticas que pueden apoyar una alimentación cardioprotectora. La clave está en saber elegir y aprovechar su valor nutricional.
Contrario a lo que se creía, muchos alimentos congelados conservan gran parte de sus nutrientes. Incluso, en algunos casos, pueden ser más frescos que los productos «frescos» disponibles en anaquel, ya que se congelan justo después de su cosecha o preparación.
Alimentos congelados que suman salud cardiovascular
Especialistas en nutrición clínica recomiendan incluir ciertos productos congelados que aportan beneficios reales para la salud del corazón. Entre ellos destacan las verduras como brócoli, espinacas y zanahorias. Su alto contenido en fibra, antioxidantes y micronutrientes favorece la salud vascular y ayuda a controlar la presión arterial.
También los frutos rojos congelados como arándanos y fresas son aliados poderosos gracias a sus compuestos antiinflamatorios que protegen el sistema cardiovascular. Son fáciles de usar en licuados, bowls o como snack.
Por otro lado, el pescado congelado, en especial el salmón, es fuente rica en ácidos grasos omega-3. Estos lípidos saludables contribuyen a reducir los niveles de colesterol malo y triglicéridos en sangre.
Es fundamental revisar las etiquetas. Optar por productos sin azúcares añadidos, bajo contenido de sodio y sin salsas industriales marca la diferencia. Las mezclas de vegetales simples, el maíz congelado o el edamame sin condimentos son excelentes alternativas.
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