Cada vez que un aguacate mexicano se sirve sobre una tostada en Tokio o se destapa una cerveza nacional en Berlín, México deja su huella en el mundo. Detrás de cada sabor hay historia, trabajo y estrategia. En el marco del Día Mundial de la Alimentación, el país celebra su papel como una de las diez potencias agroalimentarias más importantes del planeta, combinando tradición, innovación y sabor propio.
El comercio global de alimentos alcanzó niveles históricos este año, y México figura entre los principales exportadores junto a potencias como Estados Unidos, Brasil o Alemania. Su éxito no se debe solo al volumen, sino a la calidad y a la identidad de sus productos. El tequila, el aguacate, las berries y la cerveza se han convertido en embajadores del país, construyendo una reputación internacional basada en sabor, tecnología y confianza.
Una alimentación con identidad y futuro sostenible
En 2024, las exportaciones agroalimentarias mexicanas superaron los 53,900 millones de dólares, con un superávit de más de 7,000 millones. La cerveza encabezó la lista con 6,000 millones, seguida por las bebidas espirituosas y el aguacate. Además, los productos frescos —como jitomate, pimiento, cebolla y mango— consolidaron a México como proveedor líder del mercado norteamericano. Este crecimiento refleja una combinación exitosa entre campo, innovación y gastronomía.
De igual manera, el reto hacia adelante será diversificar mercados y fortalecer la resiliencia frente al cambio climático, que amenaza cultivos estratégicos en Michoacán y Sinaloa. Aun así, el país avanza con pasos firmes gracias a la inversión en innovación agrícola, capacitación y certificación de calidad. México no solo exporta alimentos, exporta identidad, confianza y sabor que nutre al mundo.