En Uruguay ha comenzado a circular un plan alimenticio llamado “dieta de las princesas”, que preocupa a pediatras y especialistas en nutrición. Lejos de ser una propuesta saludable, este régimen promueve conductas restrictivas que pueden dañar la salud de niñas y adolescentes. El atractivo nombre oculta prácticas que ponen en peligro el desarrollo físico y emocional de quienes lo siguen.
El problema surge porque este tipo de tendencias suelen viralizarse en redes sociales, donde la información llega sin filtros. En este caso, se plantea una ingesta de muy pocas calorías, algo incompatible con las necesidades de crecimiento propias de la adolescencia. Además, la falta de nutrientes puede afectar la energía diaria y hasta comprometer funciones vitales como la concentración y el rendimiento escolar.
Por qué la dieta de las princesas es peligrosa
Los especialistas uruguayos advierten que la “dieta de las princesas” puede provocar mareos, debilidad y alteraciones en el estado de ánimo. También incrementa el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria, problemas que requieren atención médica y acompañamiento psicológico. Una alimentación balanceada debe incluir proteínas, frutas, verduras, cereales y grasas saludables, elementos que este plan elimina o limita drásticamente.
Asimismo, seguir dietas extremas en etapas de crecimiento afecta huesos, músculos y sistema inmunológico. Por eso, los profesionales recomiendan orientar a los adolescentes hacia hábitos sostenibles, como mantener horarios regulares de comida y priorizar alimentos frescos.
En agosto de 2025, la Sociedad Uruguaya de Pediatría recordó que al menos 20 %% de los adolescentes del país presenta algún grado de malnutrición, lo que agrava los riesgos de planes restrictivos como este.
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