Comparativa visual entre papas fritas y papas preparadas de forma saludable para destacar alternativas más seguras
¿Son las papas a la francesa tan malas como dicen?

¿Son las papas a la francesa tan malas como dicen?

Un bocado crocante tan querido  despierta muchas dudas sobre su impacto en la salud.  Muchos disfrutan de sus papas a la francesa, pero conviene entender qué cambios ocurren cuando pasan por aceite caliente.

Las frituras en aceite vegetal pueden generar compuestos inflamatorios que afectan el corazón y el colesterol. Además, al freírlas a alta temperatura surge la acrilamida, sustancia vinculada a un posible riesgo cancerígeno, según diversos estudios. También se recomienda moderar la sal que se añade, pues puede elevar la presión arterial.

Riesgos, alternativas y detalles nutritivos

Un estudio reciente indicó que comer papas a la francesa tres veces por semana eleva en 20 % el riesgo de diabetes tipo 2, porcentaje que sube a 27 % si la frecuencia alcanza cinco veces semanales. En contraste, prepararlas al horno, hervidas o en puré no se ha asociado con ese riesgo. Además, sustituir las fritas por cereales integrales puede reducir el riesgo hasta en 19 %.

De igual manera, el aceite reutilizado aumenta sustancias dañinas, mientras que las fritas caseras preparadas con aceite nuevo y control de temperatura son mejor opción. La densidad calórica también es relevante. Una porción pequeña de papas a la francesa tiene entre 250 y 300 calorías, mientras que una grande puede superar las 500.

Un dato real destaca que una sola porción pequeña aporta tantas calorías como una comida balanceada, lo que invita a disfrutar con medida.

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