En Chile, las peras están ganando un lugar privilegiado en la mesa gracias a su versatilidad y valor nutricional. No solo son jugosas y dulces, también aportan fibra, antioxidantes y vitaminas esenciales para mantenernos con energía durante el día. A medida que las personas buscan opciones más naturales y funcionales, esta fruta se posiciona como una aliada perfecta para cuidar la salud sin sacrificar el sabor.
Aliada de la digestión y el bienestar diario
Una sola pera mediana aporta aproximadamente 20% de la fibra diaria recomendada, lo que favorece el tránsito intestinal y puede ayudar a prevenir el estreñimiento. Además, su contenido de pectina actúa como un prebiótico natural, alimentando a las bacterias buenas del intestino. Esta acción contribuye a una mejor absorción de nutrientes y al fortalecimiento del sistema inmune.
Del mismo modo, su bajo índice glicémico hace que sea una opción ideal para personas con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2. No provoca picos de azúcar en sangre, lo cual mantiene la energía más estable durante el día. También es útil para quienes buscan controlar su apetito, ya que la fibra genera sensación de saciedad.
El consumo regular de peras está relacionado con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares. Gracias a su riqueza en polifenoles y flavonoides, esta fruta ayuda a reducir la inflamación, mejorar la circulación y controlar los niveles de colesterol. Incorporarla en el desayuno, en ensaladas o como colación puede ser un hábito sencillo con grandes beneficios.
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