El yodo no es solo un mineral más en la tabla de nutrientes. Es un aliado imprescindible para el buen funcionamiento de la glándula tiroides, esa pequeña mariposa en el cuello que regula funciones tan importantes como el metabolismo, el crecimiento o el estado de ánimo. En España, sin embargo, su consumo está disminuyendo y eso preocupa a los especialistas en salud endocrina.
Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), se ha identificado una reducción preocupante en los niveles de yodo en la población española, un dato confirmado por estudios recientes del Ministerio de Sanidad. Esto podría aumentar el riesgo de problemas tiroideos, especialmente en mujeres embarazadas, niños y adolescentes, quienes son los más vulnerables a los efectos de una deficiencia.
Cómo cuidar tu tiroides con una dieta rica en yodo
La buena noticia es que prevenir esta carencia es sencillo. Incorporar alimentos ricos en yodo como pescado blanco y azul, mariscos, algas, huevos y productos lácteos puede marcar una gran diferencia. También se recomienda utilizar sal yodada, que sigue siendo una herramienta segura y eficaz para mantener niveles adecuados.
Del mismo modo, es clave prestar atención a los hábitos alimenticios de los más pequeños, ya que un déficit de yodo en la infancia puede afectar su desarrollo intelectual. Por otro lado, las embarazadas deben vigilar de cerca su ingesta diaria para proteger su salud y la del bebé.
