Hacer ejercicio con frecuencia, dormir bien y cuidar lo que comes puede parecer básico, pero es justo lo que tu cerebro necesita para mantenerse joven y activo por más tiempo. En países como España, donde las enfermedades neurodegenerativas van en aumento, adoptar hábitos saludables se ha convertido en una necesidad real, no solo en una moda pasajera.
Además de reducir el riesgo de obesidad o diabetes, un estilo de vida saludable también tiene efectos positivos en la salud mental y cognitiva. Recientes estudios del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), publicados en agosto de 2025, demuestran que estas prácticas ayudan a frenar el envejecimiento cerebral. Y lo mejor: no se necesita una fórmula mágica, solo constancia y pequeñas decisiones cotidianas.
Cómo una rutina saludable protege el cerebro
Seguir una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, grasas saludables y pescado azul favorece la conexión entre neuronas. Este tipo de dieta, similar a la mediterránea, se relaciona con una mayor agilidad mental y una mejor memoria. Asimismo, el ejercicio físico regular estimula la neurogénesis, es decir, la formación de nuevas neuronas, algo clave para mantener nuestras capacidades cognitivas.
Dormir al menos siete horas, evitar el alcohol en exceso y mantenerse socialmente activo también suma. Por otro lado, las personas con enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes o colesterol alto pueden ralentizar el deterioro cerebral si adoptan estos hábitos a tiempo.
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