Aunque solemos asociarlas con la alimentación de animales como los cerdos ibéricos, las bellotas están ganando protagonismo en la mesa humana gracias a su perfil nutricional. Un reciente estudio realizado en España y publicado en Foods ha confirmado que estas semillas del roble contienen antioxidantes naturales, grasas saludables y propiedades que las posicionan como un alimento funcional con potencial para mejorar la dieta diaria.
Los investigadores, respaldados por la Fundación Descubre y el IFAPA de la Junta de Andalucía, analizaron bellotas de Quercus ilex, Q. faginea y Q. suber, tres especies presentes en ecosistemas como la dehesa. El hallazgo más notable fue la alta presencia de ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, el mismo que predomina en el aceite de oliva virgen extra. Esto no solo mejora el perfil lipídico, sino que también puede tener beneficios cardiovasculares.
Propiedades funcionales y sostenibilidad
Además de su aporte en grasas saludables, las bellotas contienen compuestos fenólicos con propiedades antioxidantes. Estos elementos ayudan a combatir el daño celular causado por los radicales libres, algo esencial en la prevención de enfermedades crónicas. Por otro lado, se observó una actividad inhibidora de enzimas vinculadas con problemas digestivos e inflamatorios, lo que refuerza su valor terapéutico.
En un contexto donde la sostenibilidad alimentaria es clave, las bellotas ofrecen una alternativa nutritiva y ecológica, especialmente en regiones donde los robles son abundantes. El estudio propone incluso que su aprovechamiento industrial podría abrir nuevas oportunidades en la producción de harinas, aceites o snacks saludables.
Una de las conclusiones más destacadas fue que, entre las variedades estudiadas, las bellotas de Quercus suber mostraron los mayores niveles de actividad antioxidante, un dato que podría influir en futuras aplicaciones alimentarias.
