Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), muestran que en Guatemala la desnutrición crónica afecta a más del 40 % de los niños menores de cinco años, una de las cifras más altas en América Latina.
Ante esta situación, el país ha iniciado un proceso de fortalecimiento técnico para mejorar las capacidades de su personal en materia de nutrición, con el respaldo de la OPS y la Organización Mundial de la Salud.
El plan incluye talleres especializados y programas de actualización para médicos, nutricionistas y trabajadores comunitarios. Estas actividades buscan mejorar la atención en centros de salud y garantizar un abordaje integral de la malnutrición, desde la prevención hasta el tratamiento en comunidades rurales y urbanas.
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Un modelo de cooperación internacional
El acompañamiento técnico se enfoca en transferir herramientas basadas en evidencia científica y en armonizar protocolos de atención. Con este esfuerzo, Guatemala avanza en la creación de una red de especialistas capacitados para enfrentar la doble carga de malnutrición: la desnutrición infantil y el aumento de enfermedades crónicas vinculadas al sobrepeso.
Impacto esperado en políticas públicas
El fortalecimiento de capacidades no solo repercute en la práctica clínica, sino que también busca alimentar la toma de decisiones en políticas nacionales de seguridad alimentaria. Asimismo, el objetivo es que las autoridades cuenten con información actualizada y con profesionales preparados para diseñar e implementar programas más efectivos.
La estrategia incorpora además a líderes comunitarios y promotores de salud, actores esenciales para transmitir conocimientos y fomentar cambios de hábitos alimenticios en la población. De esta manera se impulsa un enfoque participativo que conecta los niveles institucionales con la vida cotidiana de las familias guatemaltecas.