En el nattō, alimento fermentado de origen japonés, cerca del 90 % de la vitamina K₂ se presenta en forma de MK-7, reconocida por su elevada biodisponibilidad.
La presencia de microorganismos en alimentos fermentados promueve la producción directa de vitamina K₂, especialmente menaquinonas de cadena larga como MK-7. Esta forma presenta mayor facilidad de transporte mediante lipoproteínas de larga vida como LDL-C, lo cual mejora su llegada a tejidos fuera del hígado, incluyendo huesos y vasos.
Tal vía difiere notablemente de la absorción limitada de vitamina K₁ de origen vegetal, cuya conversión y biodisponibilidad resultan inferiores en comparación.
Repercusiones para salud ósea y vascular
La vitamina K₂ interviene en la carboxilación de proteínas esenciales como la osteocalcina y la Matrix Gla protein (MGP). Estas modificaciones favorecen la mineralización ósea eficaz y ayudan a evitar la calcificación arterial patológica.
Esto sugiere un papel clínico relevante de formas bacterianas de vitamina K₂, más allá de la coagulación sanguínea tradicionalmente asociada a la vitamina K.
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Estrategias alimentarias para optimizar vitamina K₂
- Consumir nattō y quesos fermentados, fuentes ricas en MK-7 con absorción elevada
- Complementar con alimentos grasos saludables para maximizar el transporte lipídico de menaquinonas
- Mantener dieta diversa, ya que aunque la conversión de K₁ a K₂ ocurre, la vía bacteriana aporta mayor eficacia
Esta nota fue elaborada a partir de información de Newsweek
Este texto es informativo. Para orientación personalizada sobre nutrición, salud o ejercicio, lo recomendable es consultar a un médico o especialista certificado.