En Argentina, el cuidado de pacientes en terapia intensiva ha dado un paso importante hacia el futuro. Un nuevo sistema con inteligencia artificial (IA), creado por el CONICET, el Hospital Italiano y la Universidad Nacional de Hurlingham, está cambiando la forma en que se planifica la nutrición crítica. Y no, no se trata solo de robots o datos, sino de una ayuda real y concreta para mejorar la salud de quienes más lo necesitan.
Esta herramienta utiliza información del paciente en tiempo real, como su peso, edad, estado clínico y análisis de laboratorio, para ajustar automáticamente las cantidades de nutrientes que debe recibir. Así, los profesionales pueden tomar decisiones más precisas y seguras, reduciendo riesgos como la desnutrición hospitalaria, que aún afecta a más del 40% de los pacientes en cuidados intensivos en América Latina.
Nutrición crítica: tecnología con impacto directo en la recuperación
En situaciones graves, como una infección severa o un trauma, el cuerpo gasta más energía y nutrientes. Comer bien deja de ser un gusto y se vuelve una necesidad urgente para sobrevivir. En estos casos, calcular los requerimientos nutricionales puede ser un reto, especialmente si hay cambios constantes en el estado del paciente. La IA ofrece un apoyo práctico: adapta las recomendaciones en segundos y permite al equipo médico enfocarse en otros cuidados esenciales.
Además, esta innovación no reemplaza a los profesionales de salud, sino que los complementa. El algoritmo actúa como un asistente de confianza que evita errores y facilita la personalización del tratamiento nutricional, algo fundamental en el entorno hospitalario.
Aunque por ahora se usa solo en el Hospital Italiano de Buenos Aires, los investigadores planean expandir este sistema a más centros de salud del país.
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