La mesa mexicana muchas veces deja a un lado las verduras crucíferas, ya sea por su sabor intenso o por la idea de que son poco atractivas. Sin embargo, el brócoli, coliflor y repollo tienen más beneficios de los que se piensa y merecen un lugar fijo en la dieta diaria.
Estos vegetales son ricos en compuestos antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño cotidiano. Además, su aporte de fibra favorece la digestión y ayuda a mantener un peso saludable, lo cual resulta clave en un país donde el sobrepeso sigue siendo un desafío de salud pública.
Beneficios del brócoli y sus aliados
El consumo frecuente de brócoli aporta vitamina C, calcio y hierro, nutrientes esenciales para fortalecer defensas y cuidar huesos. Asimismo, la coliflor es ligera y versátil en la cocina, con la ventaja de saciar sin aportar un exceso de calorías. Por su parte, el repollo destaca por sus compuestos azufrados que pueden contribuir a la salud intestinal y reducir la inflamación.
También se ha observado que incluir este tipo de verduras en la alimentación mexicana puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Del mismo modo, favorecen la regulación del azúcar en sangre, un aspecto muy valioso en la prevención de la diabetes tipo 2.
Cómo integrarlas a la dieta diaria
Una forma práctica es incorporarlas en ensaladas frescas, guisados o incluso como base para cremas ligeras. Además, en México cada vez más restaurantes incluyen preparaciones creativas con estos vegetales, lo que facilita su consumo habitual.
De igual manera, datos actualizados de septiembre de 2025 confirman que quienes incluyen crucíferas al menos tres veces por semana presentan mejores marcadores de salud metabólica, lo cual refuerza su importancia en la mesa.
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