En México, donde el placer por la comida forma parte de la cultura, a menudo se piensa que comer rico y comer sano son caminos distintos. Pero cada vez más expertos en nutrición coinciden: disfrutar la comida no solo es válido, sino que puede ser parte esencial del bienestar físico y emocional. La clave está en elegir alimentos que nutran y también satisfagan.
Diversos estudios recientes destacan que el placer de comer, cuando se vincula con opciones saludables, puede mejorar la digestión, reducir el estrés y promover mejores hábitos a largo plazo. Esto significa que saborear tus comidas con atención y sin culpa podría ayudarte a cuidar tu salud desde un enfoque más amable.
Alimentos saludables que también se disfrutan
Frutas como las fresas, uvas y mangos no solo son dulces y deliciosas, también aportan antioxidantes y fibra que favorecen el sistema digestivo. Del mismo modo, un trozo de chocolate oscuro (mínimo 70% cacao) puede ser un gusto consciente con beneficios para el corazón, gracias a sus compuestos flavonoides.
Los frutos secos, como nueces y almendras, son crujientes, saciantes y ricos en grasas saludables. La avena, por su parte, es un desayuno reconfortante que estabiliza el azúcar en sangre. Y si buscas una opción salada, el aguacate en tostadas o ensaladas aporta sabor cremoso y grasas monoinsaturadas que protegen al corazón.
Comer con atención plena, reconociendo sabores y texturas, ayuda a crear una relación más positiva con la comida. Este enfoque no promueve restricciones rígidas, sino elecciones informadas que se disfrutan.
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