Cada día, millones de personas en España y otros países siguen un hábito que parece inocente, pero que puede tener efectos negativos en el cuerpo: lavar frutas y verduras con jabón o detergente. Aunque la intención es buena, los expertos advierten que este método puede dejar residuos químicos que terminan en el intestino, afectando el equilibrio de la microbiota.
La especialista española en microbiota y alimentación, Carla Zaplana, advierte que lavar la fruta con productos no aptos para el consumo humano es un error frecuente. Aunque se busque eliminar pesticidas o suciedad, estos productos están diseñados para superficies, no para alimentos. En contacto con el aparato digestivo, sus residuos pueden alterar la flora intestinal y generar molestias como inflamación, gases o incluso favorecer el desarrollo de enfermedades digestivas.
Cómo lavar la fruta de forma segura y efectiva
La forma más segura y recomendada de lavar frutas y verduras es con agua potable. Frotar bien la piel bajo el chorro de agua ayuda a eliminar la mayoría de residuos, polvo y gérmenes. En algunos casos, si se desea una limpieza más profunda, se pueden usar soluciones caseras como agua con vinagre o bicarbonato, que no afectan la salud intestinal.
Además, pelar ciertas frutas o verduras puede ser una medida adicional, aunque esto puede reducir la ingesta de fibra y nutrientes presentes en la piel. Por eso, lo más importante es evitar productos químicos no alimentarios en la limpieza de estos alimentos.
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