En México, disfrutar de un dulce típico no siempre tiene que significar consumir exceso de azúcar. Aunque muchos asociamos los antojitos dulces con lo “prohibido”, lo cierto es que algunos de los clásicos mexicanos no solo son deliciosos, sino también sorprendentemente nutritivos y moderados en azúcar.
Varios de estos dulces tradicionales se elaboran con ingredientes naturales como frutas deshidratadas, semillas o amaranto. Esto los convierte en buenas opciones para quienes buscan cuidar su alimentación sin renunciar al sabor. Además, al estar mínimamente procesados, suelen conservar mejor sus nutrientes.
Dulces mexicanos con beneficios nutricionales
Entre los favoritos se encuentran las alegrías de amaranto, una fuente vegetal de proteína, fibra y minerales como el calcio. También están los tamarindos naturales, que además de su sabor ácido y refrescante, aportan antioxidantes y ayudan a la digestión. Los rollos de guayaba son otro clásico con buena reputación: contienen vitamina C, fibra y tienen un dulzor natural proveniente de la fruta.
Del mismo modo, el ate de membrillo o manzana cuando se elabora sin azúcares añadidos es una excelente fuente de energía y compuestos antiinflamatorios. Por último, los muéganos artesanales hechos con piloncillo ofrecen una alternativa interesante, ya que este endulzante conserva nutrientes como hierro y magnesio.
La clave está en elegir versiones artesanales o caseras, evitar presentaciones industrializadas con exceso de azúcar añadida y, por supuesto, consumir porciones adecuadas. Incluir uno de estos dulces ocasionalmente puede ser parte de una alimentación saludable, especialmente si se combinan con una dieta rica en frutas, verduras y actividad física regular.
Mira también: El etiquetado de alimentos solo funciona si comes con conciencia
