La mesa familiar ecuatoriana está cambiando con rapidez. Cada vez más niños y adolescentes incluyen en su dieta productos ultraprocesados como galletas, bebidas azucaradas o snacks empaquetados. Estos alimentos, atractivos por su sabor y practicidad, desplazan opciones frescas y nutritivas que son claves en la etapa de crecimiento.
La nutrición en Ecuador enfrenta un reto serio. El Ministerio de Salud Pública advirtió en septiembre de 2025 que más del 60 % de los estudiantes de secundaria consume ultraprocesados a diario, lo que incrementa riesgos de sobrepeso y deficiencias en micronutrientes esenciales. Además, este patrón alimentario dificulta la adquisición de buenos hábitos desde la infancia, con repercusiones a largo plazo en la salud adulta.
Impacto del consumo de ultraprocesados en la dieta
Los ultraprocesados suelen tener exceso de azúcares, grasas saturadas y sodio, mientras que carecen de fibra, vitaminas y minerales. El problema no es consumirlos de forma ocasional, sino convertirlos en la base de la alimentación. Del mismo modo, especialistas recomiendan acompañar la dieta de los menores con frutas, vegetales, legumbres y agua natural como fuente principal de hidratación.
En consecuencia, las escuelas y familias juegan un papel central en revertir esta tendencia. Programas de educación alimentaria ya se aplican en varias provincias y buscan que los niños reconozcan la importancia de elegir opciones frescas y locales.
Por otro lado, investigaciones de agosto de 2025 reportaron que los adolescentes que consumen ultraprocesados más de cuatro veces por semana presentan un 30 % más de riesgo de obesidad abdominal en comparación con quienes priorizan alimentos frescos.
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