Las redes sociales se han llenado de postres fit que prometen ser versiones más saludables de los clásicos dulces. En México y Latinoamérica esta tendencia crece con fuerza gracias a hashtags como #postresfit que invitan a disfrutar sin culpa. Pero la pregunta sigue abierta ¿realmente cumplen lo que prometen?
Entre las recetas más populares aparecen tiramisú con tortitas de arroz, vasitos de avena congelada, postre de manzana sin harina o galletas de plátano con chocolate. Estas preparaciones sustituyen azúcares refinados o reducen ingredientes procesados, generando la idea de un perfil más ligero y nutritivo.
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Riesgos y realidades detrás del hashtag
Aunque se presenten como saludables, muchos postres fit siguen siendo altos en calorías, grasas o azúcares provenientes de fuentes naturales que tienen un efecto similar al azúcar tradicional. Además, el sabor o la textura suelen cambiar de forma considerable y no siempre satisfacen las expectativas. La etiqueta fit no tiene un estándar definido, lo que permite usarla incluso en recetas poco equilibradas. En consecuencia, lo más importante no es dejarse llevar por el nombre, sino revisar ingredientes, porciones y frecuencia de consumo.
Un análisis realizado en octubre de 2024 señaló que, aunque millones de usuarios consumen contenido bajo el hashtag #postresfit, menos de la mitad considera que estas recetas aportan beneficios reales a la salud o resultan tan atractivas en sabor como se anuncian.