No necesitas ser experto en etiquetas ni contar calorías para cuidar lo que comes. Basta con entender qué alimentos ayudan a tu cuerpo a funcionar mejor… y cuáles lo estresan sin que te des cuenta. En España, la doctora Sari Arponen ha lanzado una alerta que vale la pena escuchar: la verdadera amenaza para tu salud no son las grasas o los azúcares por sí solos, sino los alimentos ultraprocesados.
Los ultraprocesados no son solo galletas o refrescos. También incluyen cereales de desayuno, yogures saborizados, panes industriales y snacks que parecen saludables. Están formulados con una combinación de grasas refinadas, azúcares añadidos, harinas blancas y aditivos que hacen que tu cuerpo no los reconozca como comida real.
Según Arponen, este tipo de alimentos actúan como disruptores metabólicos. Es decir, alteran funciones clave del organismo como la regulación del apetito, la sensibilidad a la insulina y el equilibrio de bacterias intestinales. En palabras simples: aunque creas que estás comiendo poco, podrías estar dándole a tu cuerpo señales confusas que dificultan bajar de peso, descansar bien o mantener la energía estable.
Comer bien sin obsesionarte: el enfoque sensato
La doctora finlandesa apuesta por una nutrición basada en comida “de verdad”. Eso incluye frutas, verduras, legumbres, frutos secos, huevos, pescados, carnes sin procesar y fermentados naturales como el kéfir o el chucrut. No se trata de ser perfecto, sino de construir una base diaria que beneficie a tu microbiota, tus hormonas y tu sistema inmune.
Además, evitar ultraprocesados no significa decirle adiós al placer de comer. Arponen destaca que la salud empieza por reconectar con lo básico, disfrutar sin culpas y entender que cada bocado es una forma de autocuidado.
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