Abrir una bolsa de papas fritas o tomar una soda no parece tan grave… hasta que sabes que estos productos pueden dañar tu salud tanto como el tabaco. En México, investigadores y autoridades de salud están sonando la alarma: comer alimentos ultraprocesados se ha convertido en una de las principales amenazas para la salud pública.
Los alimentos ultraprocesados no son simplemente comida rápida o snacks: son productos fabricados con ingredientes industriales, aditivos artificiales y casi sin nutrientes reales. Ejemplos comunes incluyen cereales azucarados, embutidos, galletas industriales y bebidas azucaradas. Su consumo habitual se ha relacionado con enfermedades como obesidad, diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer.
Alimentos ultraprocesados: un riesgo silencioso y cotidiano
Una investigación presentada por especialistas del Imperial College de Londres y publicada en noviembre de 2025, advierte que el daño que estos productos causan al organismo puede ser tan serio como el del cigarro. No se trata solo de calorías vacías: estos alimentos generan inflamación en el cuerpo, afectan el metabolismo y alteran la microbiota intestinal, impactando incluso la salud mental.
La situación es especialmente grave en países como México, donde el consumo per cápita de ultraprocesados sigue aumentando. Por eso, voces expertas proponen medidas similares a las que se aplican al tabaco: etiquetas de advertencia más claras, restricciones en publicidad infantil e incluso impuestos especiales.
Optar por alimentos frescos, naturales y mínimamente procesados como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y agua simple sigue siendo la mejor forma de cuidar la salud. No se trata de prohibir todo de golpe, sino de tomar decisiones informadas que sumen bienestar a largo plazo.
