Decorar galletas es una de las tradiciones más queridas en la cocina argentina durante diciembre. Pero lograr que el glaseado quede perfecto, firme y con buen sabor puede parecer un reto. La buena noticia es que no necesitas ser pastelero profesional para lograrlo. Con ingredientes simples y algunos trucos básicos, cualquier persona puede preparar el mejor glaseado para sus galletas navideñas.
La clave está en usar claras de huevo pasteurizadas o polvo de merengue, una opción segura y efectiva para obtener un glaseado brillante, maleable y que se seca al tacto. Este tipo de cobertura permite jugar con los colores, texturas y detalles sin que se corra o se desarme. Además, es ideal para quienes decoran en familia, ya que seca en poco tiempo y no deja residuos pegajosos en las manos.
Consejos para un glaseado firme y saludable
Además de sabor y textura, es importante pensar en la cantidad de azúcar. Si bien se trata de una receta festiva, siempre es recomendable cuidar los excesos. Para un glaseado equilibrado, se sugiere usar azúcar impalpable en cantidad justa y agregar unas gotas de limón para estabilizar la mezcla. Esto no solo mejora el sabor, también ayuda a que el glaseado mantenga su forma por más tiempo.
Para dar color, los colorantes en gel son preferibles a los líquidos. Rinden más, no alteran la consistencia y permiten lograr tonos intensos o pastel según se desee. Y un detalle final: conservar el glaseado en un recipiente hermético evita que se seque antes de usarlo.
Decoración no es sinónimo de perfección. En las mesas navideñas, lo importante es compartir. Usar este glaseado permite que chicos y grandes participen sin miedo al desastre. Se puede perfilar el contorno, rellenar, hacer puntitos, rayas o incluso escribir mensajes con manga pastelera.
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