Cuando baja la temperatura, sube el riesgo de resfriados. Aunque abrigarse ayuda, lo que comes también marca una gran diferencia. En México, donde los cambios de clima pueden ser bruscos, una buena alimentación puede ser tu aliada para mantener tu sistema inmune fuerte y reducir la probabilidad de enfermarte de gripa.
Y no, no se trata de seguir dietas estrictas ni de tomar suplementos milagrosos. Lo esencial es darle a tu cuerpo lo que necesita para funcionar bien, y eso empieza por el plato. De hecho, varios expertos en nutrición coinciden: la prevención comienza con pequeños cambios sostenibles en lo que comemos todos los días.
Alimentos que fortalecen tu sistema inmune
Una alimentación rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y alimentos frescos puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias. Nutrientes como la vitamina C, el zinc y los antioxidantes cumplen funciones clave para mantener tus defensas alertas. Por ejemplo, el consumo regular de cítricos como naranja, mandarina o toronja es un clásico por una buena razón: su alto contenido de vitamina C favorece la producción de células inmunitarias.
Asimismo, alimentos como las espinacas, el brócoli y las almendras aportan vitamina E, un antioxidante que también ayuda a combatir virus. Las proteínas de calidad como las que encuentras en el huevo, el pescado o las legumbres son fundamentales para reparar tejidos y producir anticuerpos.
Hidratarte bien, dormir al menos siete horas por noche y mantener el estrés bajo control también son esenciales. El cuerpo no puede defenderse adecuadamente si está deshidratado, agotado o en estado de alerta constante. No se trata de magia, sino de equilibrio.
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