Las prisas, el cansancio y la publicidad hacen que muchos hogares en España recurran a productos ultraprocesados para alimentar a los más pequeños. Sin embargo, una advertencia reciente de expertos de la Universidad de Harvard ha vuelto a encender las alarmas: el consumo excesivo de este tipo de alimentos puede afectar negativamente la salud de los niños a corto y largo plazo.
En concreto, el estudio subraya los riesgos de productos como cereales azucarados, bollería industrial, salchichas, snacks empaquetados o zumos con aditivos. Aunque son prácticos, su elevado contenido de azúcares añadidos, grasas saturadas y aditivos artificiales está relacionado con un mayor riesgo de obesidad infantil, problemas metabólicos y baja calidad nutricional.
Por qué es tan difícil eliminar los ultraprocesados
Cambiar estos hábitos no siempre es fácil. La industria alimentaria ha diseñado estos productos para ser sabrosos, económicos y duraderos, lo que los convierte en una opción atractiva. Pero los expertos en salud infantil insisten: no se trata de eliminarlos por completo de la noche a la mañana, sino de reducir su presencia progresivamente y sustituirlos por alternativas más naturales.
Además, enseñar a los niños a disfrutar de frutas, verduras, legumbres y alimentos mínimamente procesados desde pequeños puede marcar la diferencia en su bienestar futuro. Un simple desayuno con avena, fruta fresca y frutos secos puede ofrecer más beneficios que cualquier caja colorida de cereales industriales.
Incluir a los niños en la preparación de los alimentos, leer juntos las etiquetas o planificar menús semanales son estrategias efectivas para crear conciencia y transformar el estilo de vida familiar. No se trata de prohibir, sino de enseñar a elegir mejor.
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