El consumo excesivo de azúcar es uno de los hábitos más comunes en la alimentación moderna de México. Golosinas, refrescos y postres se han convertido en aliados de nuestra rutina, pero su exceso tiene consecuencias directas en la salud. La nutricionista Ángela Quintas señala que esta dependencia no solo altera el metabolismo, sino que puede reducir significativamente la esperanza de vida. Además, el azúcar genera un ciclo de antojos difícil de romper, afectando tanto la energía diaria como el bienestar emocional.
Estrategias para reducir la ingesta de azúcar
Controlar el azúcar no significa eliminarlo por completo, sino aprender a elegir mejor. Sustituir bebidas azucaradas por agua, infusiones o jugos naturales, y optar por frutas frescas en lugar de postres procesados, ayuda a romper la adicción. Del mismo modo, leer etiquetas de alimentos y priorizar productos sin azúcares añadidos ofrece un cambio sostenido en el tiempo.
Incorporar pequeñas metas diarias, como reducir una cucharadita de azúcar al café o preferir snacks naturales, puede transformar la relación con la alimentación. Asimismo, incluir alimentos ricos en fibra y proteínas ayuda a mantener la saciedad y a equilibrar los niveles de glucosa en sangre. En consecuencia, la salud cardiovascular y el sistema inmunológico se fortalecen, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas asociadas al azúcar.
Finalmente, estudios recientes muestran que más del 70% de los adultos en México superan la ingesta diaria recomendada de azúcar, lo que alerta sobre la importancia de cambios graduales y conscientes.