En España, muchas personas creen que una ensalada nocturna es sinónimo de salud. Sin embargo, médicos especializados en nutrición recuerdan que no todas las cenas ligeras funcionan igual para el cuerpo. Comer vegetales crudos antes de dormir puede generar digestiones pesadas, gases o incluso malestar abdominal que impiden un buen descanso.
El problema no está en los vegetales en sí, sino en la hora y la forma de consumo. La médica Isabel Belaustegui explica que por la noche el sistema digestivo reduce su actividad, lo que dificulta procesar alimentos crudos y fibrosos. Por eso, aunque una ensalada sea fresca y nutritiva, ingerirla en la cena puede no resultar tan beneficioso como se piensa.
Ensalada en la noche y alternativas equilibradas
Optar por una sopa ligera, verduras cocidas o proteínas magras puede ser una mejor elección para cenar. De esta manera, el cuerpo recibe nutrientes sin sobrecargar la digestión. Además, incluir carbohidratos complejos como avena, arroz integral o pan de centeno favorece la producción de serotonina, hormona clave para un sueño reparador.
Por otro lado, saltarse la cena no es recomendable. Los expertos coinciden en que mantener una ingesta ligera favorece el equilibrio metabólico y evita levantarse con hambre excesiva al día siguiente. También se sugiere cuidar las porciones, pues comer en exceso durante la noche está directamente relacionado con mayor riesgo de sobrepeso.
Consejos prácticos para una cena saludable
En consecuencia, escuchar al cuerpo y adaptar las cenas según las necesidades individuales es fundamental. Una crema de calabacín, pescado blanco o un pequeño bowl de quinoa con verduras cocidas son ejemplos prácticos de platos más amigables con la digestión nocturna.
