Preparar un lonche escolar nutritivo puede parecer complicado, pero en México existen opciones prácticas que brindan energía, concentran a los niños y evitan la comida chatarra. La clave está en equilibrar cada lunch con alimentos variados que resulten atractivos y fáciles de consumir.
Qué debe llevar un lonche balanceado
Un almuerzo saludable debe incluir cereales integrales como pan, avena o tortillas que aporten energía duradera. También es necesario sumar proteínas como huevo, pollo, frijoles o yogurt bajo en azúcar, ya que ayudan al crecimiento y la concentración. Las frutas y verduras frescas aportan fibra, agua y vitaminas, mientras que grasas saludables como aguacate, nueces o crema de cacahuate favorecen la saciedad y la función cerebral. Evitar frituras, embutidos y productos con exceso de azúcar mejora la calidad del lonche y previene problemas de salud a futuro.
Ideas fáciles y nutritivas
Algunas combinaciones recomendadas son tostadas integrales con pollo y verduras, burritos con tortilla integral y frijoles, rollitos de ensalada de pollo, mini hot cakes de avena con fruta o simplemente fruta fresca acompañada de yogurt natural y un puñado de nueces. Preparar parte de estos alimentos la noche anterior facilita el trabajo y asegura variedad a lo largo de la semana.
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Un dato relevante lo aporta un estudio de la Secretaría de Educación Pública en agosto de 2025, que señala que 7 de cada 10 niños rinden mejor en clases cuando llevan un lonche equilibrado con cereales integrales, proteínas y frutas.
