Entender la dieta keto puede parecer complicado, pero en México cada vez más personas la eligen como estrategia rápida para perder peso. Esta alimentación se basa en reducir drásticamente los carbohidratos y aumentar la grasa saludable para que el cuerpo utilice cetonas como fuente principal de energía.
La dieta cetogénica limita a menos del 10% el consumo de carbohidratos diarios y privilegia alimentos como aguacate, aceite de oliva, frutos secos, huevo, pescado y carne magra. Al disminuir los azúcares, el organismo entra en un estado llamado cetosis que favorece la quema de grasa como combustible. En consecuencia, muchas personas reportan pérdida de peso rápida y mayor sensación de saciedad.
Sin embargo, esta alimentación no está libre de riesgos. Al eliminar grupos completos de alimentos, se pueden presentar déficit de fibra, vitaminas y minerales esenciales. Además, al inicio es común experimentar cansancio, mareos o irritabilidad, un fenómeno conocido como “keto flu”. Por ello los especialistas recomiendan no seguir este plan sin supervisión médica ni extenderlo por periodos prolongados.
Riesgos y beneficios en perspectiva
Entre los beneficios se encuentra la reducción de triglicéridos y una posible mejora en la sensibilidad a la insulina. Por otro lado, la restricción estricta dificulta la adherencia a largo plazo y puede afectar la salud intestinal. En agosto de 2025, la Sociedad Española de Nutrición Clínica alertó que más del 45% de quienes siguieron keto de manera estricta reportaron rebote de peso al interrumpirla, junto con molestias digestivas y falta de energía.
