Septiembre marca el inicio de la temporada de mandarinas en México, y muchas personas pelan esa capa blanca llamada albedo sin saber que pueden estar tirando nutrientes importantes. Esta hebra fibrosa esconde beneficios que vale la pena aprovechar.
Además de ser una defensa natural de la fruta contra insectos, oxidación y radiación, el albedo aporta pectina, una fibra soluble que ayuda a ralentizar la absorción del azúcar. También contiene vitamina C, flavonoides, potasio y magnesio, que favorecen la salud digestiva y la piel, así como la circulación sanguínea. De igual manera, expertos en nutrición coinciden en que el albedo es la parte más saludable de la mandarina y puede tener hasta veinte veces más compuestos fenólicos antioxidantes que la pulpa.
Mandarina completa, salud completa
Asimismo, consumir mandarinas con albedo no solo incrementa la ingesta de fibra y micronutrientes, sino que apoya la salud cardiovascular y el sistema inmunológico. De igual manera, contribuye a regular el colesterol LDL y los niveles de azúcar en sangre.
En México muchas personas no llegan a consumir los 400 gramos diarios recomendados de frutas y verduras; aprovechar el albedo podría ayudar a cerrar esa brecha nutricional sin cambios complicados.
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