El órgano regulador que dirige Ricardo Sheffield Padilla, destacó errores en el etiquetado e ingredientes que se describían en los empaques de los alimentos como quesos, salchichas, jamón, embutidos, entre otros, los cuales en algunos casos calificó como “engañosos”.
Estos son algunos de los más importantes detectados durante 2020.
Enero- Mermeladas y cajetas
Fue en enero de este año cuando la Profeco reveló que algunas marcas de mermeladas y cajetas, como McCormick y La Costeña, incumplían con los requisitos en el etiquetado, luego de un análisis a 38 marcas sobre su contenido de fruta, proteína, azúcares, grasa y sodio; mientras que para las cajetas, se comprobó la cantidad de proteína, azúcares, sodio, grasa y origen de leche.
Dicho análisis informó que las mermeladas de fresa de McCormick, en su presentación sin azúcar adicionada de 235 gramos, y La Costeña, de 440 gramos, no cumplen con el porcentaje de fruta declarado.
Febrero- Lácteos /Chocolates
En febrero, el organismo analizó productos lácteos fermentados de tipo natural con fruta o saborizados, y encontró que algunas marcas tienen menor cantidad de proteína y otras no comprueban presencia de Lactobacillus, esto conforme la norma NMXF-703-COFOCALEC-2012.
Danone Danonino. Debe tener 1.6 por ciento de proteína y tiene 0.6 por ciento, por lo que la francesa Danone aclaró que el producto al que hace referencia la Profeco es al Danonino bebible (producto lácteo fermentado), además de que “se trata de una norma de carácter voluntario”.
De acuerdo con los resultados de la Profeco, las marcas Epoca Cool, sabor original, 80 ml y Epoca Cool, sabor fresa de 80 ml, contienen alrededor de 400 mil probióticos por gramo, cantidad menor en relación a los otros productos evaluados.
Tras un análisis, la Profeco informó en febrero sobre que algunos chocolates estaban hechos de grasa vegetal, así como una caja de Ferrero que contiene en su mayoría galletas; además, las marcas Lindt Lindor y Colosseo están compuestos en su mayoría por grasa vegetal.
Marzo- Jugos
La dependencia federal expuso que el jugo recién exprimido de una naranja puede contener hasta 29 gramos de azúcar, pero el jugo de naranja empacado se debe procesar, lo cual altera sus componentes y destruye los elementos como las vitaminas.
Abril- Quesos
La Profeco analizó casi 50 marcas de queso tipo manchego para verificar el contenido de grasa, proteína, calcio, sodio tipo de grasa y precio, dando como resultado que la marca Sabores de mi tierra adiciona grasas vegetales, por lo que no puede llamarse queso, y se denomina como queso tipo manchego, mientras que Selecto Brand y Frankly ostentan leyendas no veraces.
En tanto, la marca Quesos Chilchota no debe usar la denominación manchego ya que los quesos manchegos mexicanos deben estar elaborados de leche de vaca, y al estar elaborado de leche de cabra está fuera del acuerdo.
Agosto- Salchichas
El organismo que dirige Ricardo Sheffield Padilla presentó un estudio a 57 marcas de salchichas que incluyen de pavo, pechuga de pavo, para hot dog y para asar, en el cual se evaluó la calidad sanitaria, grasa, fécula, información al consumidor, humedad, sodio, proteína y tipo de carne.
Los resultados arrojaron que Casa López y Peñaranda son salchichas con más agua que carne; mientras que Aurrera, Chero y a granel D’Hector, entre otras, el agua y la fécula son más del 80 por ciento del producto.
Septiembre- Licores
Algunos licores no cumplen con las normas al contener más alcohol de lo que muestran sus etiquetas o carecen de detalles sobre los ingredientes, por lo que la Profeco analizó 16 licores y una crema sobre su contenido de alcohol (etanol); componentes volátiles; contenido energético y azúcares.
Sadar, Frisky Monkey, Fonte do Frade, entre otros, son licores que no declaran ingredientes; mientras que de nuevo Frisky Monkey, Jëg’s y Refinado Ucero Selecto, entre otros, contenían más alcohol del declarado en su etiqueta.
Octubre- Colorantes
El organismo regulador explicó que los colorantes artificiales son sustancias de procedencia química, elaboradas en un laboratorio que se usan en la industria alimentaria para aumentar o dar color a los alimentos; sin embargo, algunos producen hiperactividad por su ingesta constante, alergias de leves a graves o asma, entre otras reacciones.
Algunos de los productos que pueden contener dichos colorantes son: refrescos de naranja, helados, caramelos, bebidas alcohólicas, licores, conservas vegetales, cárnicos, pasteles, mermeladas, gelatinas y sopas preparadas.