Las irregularidades detectadas en el programa de Bebederos Escolares podrían configurar un fraude a la hacienda pública por más de 2 mil 31 millones de pesos, extraídos del Fideicomiso Programa de Escuelas de Excelencia para Abatir el Rezago Educativo que opera la Secretaría de Educación Pública.
José Antonio Álvarez Lima –director general de Canal 11– informó que de los 31 mil bebederos proyectados, se instalaron 20 mil 500 y hoy sólo funcionan 10 mil 900. Nunca fueron instalados 10 mil 500. Y hay ahora 9 mil 600 bebederos inservibles.
En el marco de la extinción de 109 fideicomisos, y ante las irregularidades detectadas por Álvarez Lima –a quien el presidente le encomendó auditar dicho fondo–, el funcionario expuso que ya se presentaron denuncias en contra de las empresas Grupo Constructor Carsov, SA de CV, por más de 624 millones; Grupo Master Kong, por más de 236 millones; y Refrigeración Ojeda, SA de CV, por más de 77 millones de pesos.
Esas compañías serían las responsables de un desfalco por más de 937 millones de pesos. Según el director de Canal 11, éstas se dedican a actividades “ajenas” a este tipo de artefactos: refrigeración, urbanización y venta de mobiliarios; por lo cual, pareciera que el negocio se hizo sólo para su beneficio, criticó.
Indicó que los bebederos instalados tienen una vida útil de sólo dos años, su mantenimiento cuesta 2 mil 400 pesos mensuales, que tendría que pagar la comunidad escolar. Además, “su tecnología es inadecuada, ya que requiere de acometidas hidráulicas y eléctricas que sólo existen en las ciudades y no en las zonas rurales donde más se requieren”.
Cada bebedero costó 153 mil 900 pesos, “mismos que se compraron sin estudios de mercado ni análisis de experiencias internacionales similares. Las adquisiciones se hicieron al margen de la ley, usando la figura del fideicomiso para simular su cumplimiento”, comentó en la conferencia presidencial.
“Este fue un programa creado para un fin noble; sin embargo, se distorsionó por la corrupción. Hay demandas en los tribunales. La improvisación sin experiencia de las empresas que los instalaron y con irresponsabilidad sólo funcionan el 35 por ciento. Este fideicomiso parece haber sido diseñado para comprar equipos caros y de sólo dos años de vida útil, que requieren de mantenimiento y reparaciones frecuentes”.
El funcionario expuso a detalle que la unidad ejecutora de este fideicomiso fue el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa, creado en 2014 [durante el mandato de Enrique Peña Nieto ], “con el objeto de subsidiar a la comunidad escolar para la integración de bebederos con suministro continuo de agua potable”.
El fiduciario fue el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros, SNC (Bansefi), con aportaciones de 4 mil 519 de recursos fiscales para una meta de 31 mil 279 bebederos, de los montos programados, se ejercieron 2 mil 31 millones de pesos y sólo se instalaron 20 mil 543 bebederos, expuso Álvarez Lima.
“El costo de este fiasco lleva a la fecha 2 mil 31 millones de pesos de gasto y las empresas que han sido demandadas son: Refrigeración Ojeda, SA de CV, por 77 millones 001 mil 409 pesos; Grupo Constructor Carsov, SA de CV, por 624 millones 084 mil 399 y Grupo Master Kong, por 236 millones 312 mil 128 pesos, que hacen un total de 937 millones 397 mil 936 pesos”.
Agregó que “estos contratos equivalen al 46 por ciento de lo ejercido y se comprobó que las empresas contratadas, demandadas en 2019, “se dedican a actividades ajenas a este tipo de artefactos: una a refrigeración, otra a urbanización y otra a venta de mobiliarios”.