Se necesitan medidas urgentes para evitar que la salud y la nutrición de los niños más vulnerables en México se deteriore, advirtieron el Instituto Nacional de Salud Pública y tres agencias de las Naciones Unidas.
Las organizaciones expresaron grave preocupación ya que México es un país que por décadas ha enfrentado grandes desigualdades, y atraviesa la crisis del coronavirus con el 55,5% de los hogares del país presentando algún grado de inseguridad alimentaria, es decir, con una incapacidad para satisfacer sus necesidades mínimas de comida durante largos periodos.
Según un documento publicado por las agencias entre las que se encuentra el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la Organización Panamericana de la Salud, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se estima que la crisis económica por la pérdida de empleo y reducción de ingresos, intensificará aún más la vulnerabilidad de los hogares, especialmente de la población que ya vivía en situación de pobreza o carencia alimentaria, por lo que ésta debe recibir atención prioritaria.
Los expertos temen que los sistemas alimentarios puedan verse afectados a mediano y largo plazo, y resaltaron la importancia de mantener viva la cadena de suministros, tomando medidas que eviten aumentos en los precios de los alimentos.