Ahora que las autoridades del CONACyT “desaparecieron” la Biotecnología como una disciplina de las Ciencias Biológicas, pensé que escribir este artículo puede contribuir a que el lector tenga un panorama más acertado al respecto de qué es la Biotecnología y su relación con los organismos transgénicos.
La Biotecnología es un área científica multidisciplinaria (por esto tal vez el CONACyT desapareció el término y lo dispersó en varias áreas distintas, según sus explicaciones) que estudia el potencial de los seres vivos o sus componentes (enzimas, metabolitos secundarios como antibióticos, inmunosupresores, reguladores del ritmo cardiaco y un sinnúmero de etc.) para implementar procesos a nivel industrial en diferentes sectores para beneficio de la población. Entre éstos destacan el sector agropecuario, el farmacéutico, el ambiental y otros.
Un área de la ciencia aplicada con mucha historia detrás
Probablemente la Biotecnología sea la disciplina científica más antigua de la humanidad: ya los sumerios elaboraban cerveza utilizando la levadura Saccharomyces cerevisiae unos 2,000 años antes de Cristo (a.C). Y antes de eso, hubo una selección por parte del ser humano de ciertas plantas como el maíz, el trigo y otros vegetales y animales unos 10,000 años a.C., lo que llevó al asentamiento de las comunidades nómadas humanas y permitió el establecimiento de aldeas, pueblos y eventualmente ciudades que derivaron en sociedades complejas. Así pues, el ser humano ha alterado la abundancia y la reproducción de ciertas especies para su beneficio dese tiempos inmemoriales.
Casi todas las especies que se explotan comercialmente hoy en día, animales y vegetales, en realidad son el producto de una selección por parte del ser humano y antes de que esto sucediera estas especies existían, pero no en su forma actual. Por lo tanto, estas y otras prácticas agrícolas, como el monocultivo, el uso de plaguicidas o fertilizantes, etc., pueden ser consideradas aplicaciones biotecnológicas que han ayudado al desarrollo de la humanidad. La Biotecnología entonces, pretende encontrar soluciones más cercanas a lo natural al estudiar los procesos de los seres vivos y adaptarlos a las necesidades de las poblaciones humanas, pero acelerando el proceso que llevaría mucho tiempo si sucediera de manera natural.
¿Qué es un OGM?
Entre las estrategias usadas por la Biotecnología (aunque desde luego no la única ni la más importante) está la construcción y uso organismos genéticamente modificados (OGMs) o también conocidos como organismos transgénicos; pero ¿qué son? [1] Para contestar esta pregunta debemos primero definir que es un gen. Un gen es un fragmento de ADN que lleva la información para fabricar una proteína que a su vez llevará a cabo una función específica en la célula u organismo donde esta proteína funcione.
Por ejemplo, las instrucciones para fabricar insulina (una hormona proteica que se encarga de regular los niveles de azúcar en sangre, entre otras cosas) están “codificadas” en un pedazo de ADN al cual llamamos el gen de la insulina.
Cada organismo vivo tiene un genoma, es decir un conjunto de genes que lo caracteriza. Por ejemplo, las plantas tienen genes que les permiten fabricar clorofila para captar la energía del sol y convertirla en energía química, proceso que los animales no tenemos, ya que el proceso para obtener energía involucra usar oxígeno por medio de la respiración. Luego, un organismo transgénico es aquel que ha “recibido” un gen de otra especie en su genoma y que es capaz de expresarlo.
Es decir, es el paso de instrucciones genéticas “foráneas” que son reconocidas y que se manifiestan en el organismo que las recibe. Es común que al oír la palabra “transgénico” se piense en “plantas transgénicas”, ya que es a lo que más difusión se la ha dado en los medios de comunicación. Sin embargo, también existen bacterias transgénicas, hongos transgénicos e inclusive animales transgénicos.
Recientemente, a través de estudios de genómica comparativa, se ha descubierto que la transgénesis (el paso de un gen de una especie a otra) es un proceso natural que lleva millones de años existiendo entre muy diversos organismos en la Tierra.
Por ejemplo, hay evidencias incontrovertibles de que existen hongos y bacterias con genes adquiridos de plantas y viceversa. Esto ha permitido, entre otras cosas, que algunos hongos produzcan hormonas vegetales para establecer simbiosis con plantas y “ayudarlas” a nutrirse mejor y a defenderse contra patógenos.