Ciudad de México, 23 de mayo de 2021._ México es un país con una gran cultura herbolaria, pero para obtener un mejor provecho de ella es necesario estudiar con mayor precisión los mecanismos de las plantas cuando se consumen como tés.
A partir de esta premisa el Laboratorio de Psicofarmacología y Trastornos de la Alimentación, que encabeza Carolina López Rubalcava, investigadora del Cinvestav Sede Sur, analiza diversos tipos de té y su efecto ansiolítico que tranquiliza o relaja.
“Tratamos de encontrar fitofármacos (extractos de plantas) que la gente utiliza como tés, para reducir la ansiedad, el nervio o el llamado susto»
Sobre muchos de ellos no se sabe si realmente tienen efectos ansiolíticos, porque es un conocimiento que ha pasado por varias generaciones y empezamos a estudiar las plantas o los tés como tal para comprobar si tienen efectos ansiolíticos”, explicó López Rubalcava.
El grupo de investigación analiza esas propiedades de plantas que se usan en forma de té como la manzanilla, tila, granada, toronjil, té verde, Agastache mexicana, Montanoa tomentosa (gordolobo de terreno) y Annona cherimolia (chirimoya), entre otras.
Ello, con el propósito de observar sus mecanismos de acción, tratar de encontrar los componentes específicos que generan el efecto ansiolítico, verificar que no provoquen efectos colaterales y comprobar que no induzcan interacciones con otros fármacos.