WWF y Tesco publican Enviado a la basura, un nuevo informe que cuantifica la cantidad total de alimentos perdidos en las granjas a nivel mundial.
Revelaron que se estima que 2.500 millones de toneladas de alimentos no se consumen en todo el mundo cada año, de los cuales 1.200 millones de toneladas corresponden a explotaciones agrícolas.
Los datos indican que, de todos los alimentos cultivados, aproximadamente el 40 por ciento no se consume, lo que supera la cifra estimada anteriormente que era del 33 por ciento.
El problema es de tal magnitud que, en opinión de WWF, debe ser abordada en la pre-cumbre de sistemas alimentarios de la ONU que tendrá lugar del 26 al 28 de julio. La organización también pide que se incluya en las leyes de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario.
Enviado a la basura es la primera cuantificación de las pérdidas totales de alimentos en las granjas desde el 2011.
Al combinar datos actualizados sobre la pérdida en las cadenas de suministro y el desperdicio en el comercio minorista y el consumo, tenemos una imagen más clara de la escala de la pérdida y el desperdicio de alimentos desde la granja hasta la mesa, lo cual demuestra por primera vez cuán imperativo es que este hecho ya no se pase por alto en los esfuerzos por mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 ˚C grados.
La producción de alimentos utiliza una gran cantidad de tierra, agua y energía, por lo que los alimentos desperdiciados tienen un impacto significativo en el cambio climático; estimaciones anteriores sugieren que el desperdicio de alimentos representa el 8 por ciento de los gases de efecto invernadero (GEI).