Indonesia se enfrenta a una serie de retos para su seguridad alimentaria en los próximos decenios. La agricultura es un pilar importante, aunque en disminución, de la economía indonesia, e Indonesia gasta más fondos públicos que la mayoría de los demás países de ingresos medios para apoyarla.
A pesar de ello, la infraestructura agrícola está envejeciendo y degradada, y muchos agricultores tienen dificultades para costear los insumos debido a los bajos ingresos agrícolas. Indonesia también es propensa a los peligros naturales, algunos de los cuales se prevé que aumenten a medida que el cambio climático surta efecto. También se prevé que el cambio climático reduzca la productividad agrícola debido al aumento de las temperaturas, la elevación del nivel del mar y los retrasos en el inicio de la estación húmeda.
Los niveles de pobreza han disminuido en los últimos 20 años, pero muchos indonesios siguen corriendo el riesgo de caer en la pobreza. Los precios de los alimentos en Indonesia son considerablemente más altos que en gran parte del resto de Asia, debido a las restricciones a las importaciones, lo que crea efectivamente un impuesto sobre los productos alimenticios.
En consecuencia, muchos indonesios no pueden permitirse una dieta nutritiva. Existe un programa destinado a proporcionar arroz subvencionado a los pobres, pero muchos beneficiarios que cumplen los requisitos sólo reciben una fracción de la subvención. En parte como consecuencia de esto, el consumo de frutas, verduras y muchos otros alimentos nutritivos es bajo.
La dieta indonesia tiene más en común con la de un país de bajos ingresos que con la de otros países de ingresos medios, con una dependencia extrema de un único alimento básico (el arroz) y un bajo consumo de carne y grasas. Como resultado, las deficiencias de micronutrientes, el retraso del crecimiento y la emaciación son elevados. El número de indonesios obesos y con sobrepeso ha aumentado en los últimos 20 años y sigue aumentando, lo que da lugar a una doble carga de malnutrición y a tasas cada vez más elevadas de enfermedades no transmisibles.
Indonesia es el país más poblado del Asia sudoriental y el cuarto más poblado del mundo. Es el mayor archipiélago del mundo, compuesto por más de 17.500 islas y está situado estratégicamente entre Asia y Oceanía. Indonesia también está situada en una intersección de placas tectónicas, que forma parte del «anillo de fuego», y es muy vulnerable a los desastres naturales.
Indonesia es un país de ingresos medios y las tendencias del crecimiento económico, la esperanza de vida y la seguridad alimentaria son en general positivas, habiendo mejorado entre 2009 y 2016. Si bien los progresos han sido satisfactorios, sigue habiendo problemas. Indonesia ocupó el puesto 70 de 117 países en el Índice de Hambre Mundial de 2019, con un nivel de hambre que se califica de grave.
Análogamente, el Programa Mundial de Alimentos ha determinado que 58 de los 398 distritos rurales son sumamente vulnerables a la inseguridad alimentaria y la malnutrición está muy extendida. También se comprobó que el retraso en el crecimiento es prevalente en los niños de todos los grupos de ingresos, al igual que la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en los adultos de todos los grupos de ingresos.