A lo largo de las últimas semanas, las críticas en contra del nuevo etiquetado de alimentos en México han escalado de forma significativa. Lo anterior parece revelar una crisis profunda en el etiquetado de alimentos.
Tal vez el factor más importante, y que explica por qué la industria de la comida ha sido tan crítica de este nuevo etiquetado, es que por mucho tiempo se ha dudado sobre su efecto positivo. Según Food Navigator, sí hay un efecto perceptible en los hábitos de los consumidores hacia opciones de alimentación más saludable. Sin embargo, no solo su impacto es relativamente limitado, de cerca de 10 por ciento en la mayoría de los indicadores. Encima, en ciertos puntos no parece hacer nada.
Además, un estudio de la University of Auckland deja en evidencia que el etiquetado, de cualquier tipo, parece tener un efecto más importante solo en productos “saludables”. Es decir, ayudarán a la gente a elegir los alimentos más convenientes para su bienestar si hay un esfuerzo consciente de elegir categorías sanas. Sin embargo, en productos donde se espera naturalmente un alto contenido de azúcares, grasas o similares, no parece tener un gran efecto para disuadir la compra.
Realmente se puede resumir el problema de esta regulación para el sector alimentos mexicano en una sola frase. Ni consumidores ni empresarios parecen percibir que el nuevo etiquetado esté adecuadamente acompañado de las necesarias medidas que realmente lleven a un cambio en el mercado. Tampoco es como que no existan elementos de acompañamiento para fomentar una alimentación mejor entre los mexicanos. Basta ver campañas como “ALIMÉNTATE SANAMENTE”.
El problema base es algo que cualquier mercadólogo decente podría detectar. No se trata de una activación integral a escala nacional para fomentar una alimentación mejor entre el público. Por el contrario, el nuevo etiquetado parece solo una medida más de muchas ideas inconexas; en donde todas parecen compartir más o menos el mismo objetivo. ¿Cómo podrían haberse evitado muchas de las críticas de las pasadas semanas? Simple: Con una visión más consolidada desde el Gobierno.