Esfuerzos encabezados por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, con el soporte técnico-científico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), a través del MasAgro, han posibilitado que con prácticas de cultivo innovadoras y sustentables se impacte positivamente en más de un millón de hectáreas de maíz, en beneficio de alrededor de 300 mil pequeños productores de diferentes regiones del país.
Agricultura detalló que estas acciones conjuntas permitieron aumentar el rendimiento de maíz de temporal por hectárea de 2.3 toneladas a 5.5 toneladas en la región sur sureste mediante el uso de variedades mejoradas y practicas sustentables, como agricultura de conservación y control integral de plagas, que permiten que las cosechas resistan temperaturas elevadas, sequías, plagas y otros factores bióticos negativos.
Estos resultados reafirman que sólo la colaboración entre los sectores público, privado, académico y social permitirán que México logre la autosuficiencia de maíz, informó la dependencia federal.
La Secretaría detalló que con investigación científica colaborativa —con universidades y centros de investigación, como el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)— y metas comunes, México, la cuna del maíz, puede lograr la autosuficiencia alimentaria de este cereal y, al mismo tiempo, preservar su legado cultural, identidad y memoria histórica.
Actualmente, agregó, en México se han identificado 59 razas nativas de maíz y cada una es producto de una adaptación única a condiciones locales muy particulares de altitud y agroecológicas, disponibilidad de agua, tipo de suelo e incluso flora y fauna que cohabitan con esta gramínea.
Sin embargo, la influencia del ambiente no fue la única que favoreció la evolución del maíz: la selección empírica de los antiguos pobladores de México fue determinante, indicó.
Además de ser parte de la historia del país, el maíz nativo es clave para asegurar la disponibilidad del cultivo en el futuro, al haberse adaptado a las más diversas condiciones, en ellos puede haber características importantes para generar las nuevas variedades que se requieren para hacer frente al cambio climático y el incremento en la demanda del grano, detalló.
Explicó que proyectos como el Atlas Molecular del Maíz –impulsado por la Secretaría de Agricultura y el CIMMYT a través del MasAgro– son importantes porque buscan precisamente esos caracteres genéticos para continuar con el mejoramiento y la historia que hace siglos iniciaron los antiguos mexicanos.
Refirió que es importante conocer y estudiar las razas de maíz y sus orígenes porque al hacerlo no sólo se puede entender más sobre el pilar de la alimentación mexicana y asegurar su disponibilidad en el futuro, sino también porque la historia de las razas de maíz cuenta además la de los antiguos pobladores de México y contribuye a la preservación de la memoria e identidad nacionales.