Ciudad de México,18 de mayo de 2021._ En México, la dieta de su población desde edades tempranas incluye gran variedad de productos azucarados ricos en carbohidratos, como la sacarosa y la fructosa.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, el país ocupa el primer lugar en consumo de bebidas azucaradas, que podrían tener relación con el desarrollo de hipertrofia cardiaca en individuos con problemas de obesidad.
Con este antecedente, un grupo de científicos encabezado por David Julián Arias Chávez, se dio a la tarea de analizar la relación entre la obesidad y la hipertrofia cardiaca, siendo ambos factores de riesgo de insuficiencia cardiaca.
En este proyecto se analizó la aparición de la hipertrofia cardiaca en modelos animales recién destetados con dietas ricas en carbohidratos, después de dejar la leche materna.
Se ha visto a niños de entre tres y 12 años, desarrollar hipertrofia cardiaca, con el único antecedente de ser obesos; es decir, no fue necesario que llegaran a ser adultos ni presentar hipertensión arterial para poder ver esas complicaciones cardiovasculares.
Además, se ha observado que la hiperactivación de la proteína cinasa activada por el complejo Calcio/calmodulina tipo II (CaMKII) es un evento clave para el desarrollo de hipertrofia cardiaca en individuos hipertensos.
Por lo tanto, la idea de la investigación también fue observar si en un modelo animal con predisposición genética a presentar hipertensión arterial y en uno normal se podría desarrollar y/o exacerbar hipertrofia cardiaca.